Al igual que en español hay infinidad de acentos, en inglés podemos encontrarnos con esta misma realidad. Geordie es el acento propio de Newcastle, Scouse es como se llama a la forma popular de hablar que tienen los habitantes de Liverpool, mientas que los londinenses hablan Cockney.
Estos son solo algunos de los más conocidos, y precisamente esto nos lleva a preguntarnos, ¿cuál es el mejor acento? Y una pregunta más que es uno de esos mitos comunes sobre el inglés, ¿por qué la forma británica de hablar es considerada la más correcta?
Los prejuicios sobre el inglés
Nuevamente hay que equiparar al idioma de Shakespeare con el de Cervantes. Unod e esos mitos comunes sobre el inglés es que el acento británico, el estándar, es el mejor, el más adecuado para hablar este idioma.
Lo mismo ocurre con el español y el castellano, pues habitualmente se destierran los acentos, se les trata con cierto aire peyorativo. En Reino Unido, el acento británico que tradicionalmente se ha considerado como el más prestigioso es el Received Pronunciation, RP, que era la pronunciación que se asociaba a la gente pudiente, a los poderosos.
Esto ha llevado a prejuicios y falsas creencias sobre los acentos, como que las formas de hablar de Liverpool y Birmingham eran las menos atractivas, mientras que el acento irlandés y el RP sí gozaban de más prestigio.
No obstante, la realidad es que esta idea es una más que conforma los mitos comunes sobre el inglés, pues no guardan ningún tipo de relación los acentos con la clase social, el género, la raza o los rasgos demográficos en general.
No existe un “mejor acento inglés”. Las percepciones sobre la forma de hablar este idioma de cada persona, o de cada grupo de población son cuestiones subjetivas que no influyen en la calidad del habla. A la hora de comunicarse en inglés, lo realmente importante es hacer este proceso efectivo, sin importar el acento.