El aprendizaje del idioma es más productivo y más profundo cuanto más intenso sea. Si se trata de enseñar inglés a los más pequeños, una práctica interesante es introducirlos en este idioma desde casa, para naturalizar estos conocimientos.
Así, para enseñar inglés a los más pequeños podemos acudir a rutinas dinámicas y divertidas en casa, servirnos de la tecnología, utilizar el juego como herramienta de aprendizaje e interactuar con el profesor, para que los conocimientos que vayan adquiriendo sean los adecuados para su edad.
Introducir el inglés en la rutina diaria
Si a los pequeños les gusta escuchar cuentos, por qué no incluir alguno que sea en inglés antes de ir a la cama, o al menos algunas frases de canciones o de personajes animados a los que admiren. Los cuentos, si optamos por esta vía, mejor con ilustraciones, para que asocien la temática a los dibujos.
Vivimos en la era digital, saquemos partido de ello
La tecnología y los dispositivos móviles en los pequeños pueden ser peligrosas si su uso no es el adecuado, pero si conseguimos que sea una herramienta de aprendizaje, acudir a apps y juegos en internet puede resultar de gran ayuda para enseñar inglés a los más pequeños.
Existen un sinfín de propuestas para aprender los colores, los números, el abecedario, animales, plantas, las partes del cuerpo… y todo un amplio vocabulario que resultará de interés a los niños y les animará a seguir aprendiendo.
Los juegos y tarjetas de aprendizaje
Esta dinámica consiste en la misma que las apps, de hecho, las apps son la evolución de los juegos de memoria o de naipes que tienen como objetivo que los niños aprendan a pensar en inglés, a interiorizar conceptos y a asociar lo que ve con el idioma.
Aprender inglés en casa y en clase
Si los pequeños aprenden inglés también fuera de casa y del colegio, en alguna academia o centro de idiomas, es importante mantener buena relación con los profesores y estar al tanto de lo que van estudiando, para repasar en casa y complementar sus nociones con otras fórmulas como las descritas anteriormente.
La clave para enseñar inglés a los más pequeños es que se diviertan con las dinámicas que se plantean, pues así entenderán que no es una obligación, sino una vía para estimular su desarrollo intelectual.